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El blog se desdobla

Les comunico que a partir de esta semana el blog se desdobla para albergar contenidos diferentes en uno y otro. Hasta ahora se venían incluyendo en el mismo blog post de asuntos diversos y poco relacionados entre sí (actualidad, fotografía, reseñas, etc). Por razones de claridad conceptual y de operatividad he decidido reservar el espacio de este blog para los comentarios sobre la actualidad y llevar al nuevo todo lo que tenga que ver con otros asuntos. 

Me estoy refiriendo sobre todo a las reseñas de libros, a los post musicales o fotográficos y a los pequeños relatos cortos que me comprometí a ir publicando a medida que los considerara dignos de ver la luz. Quienes quieran seguir también mis publicaciones en el nuevo blog la dirección es Letras y Borrones. Gracias y espero encontrarme con ustedes en cualquiera de estos dos espacios para la reflexión y la creación. Un saludo. 

Escribir en tiempos de pandemia

Siempre que me planteo poner por escrito mis reflexiones sobre la realidad que me rodea me asalta la misma pregunta: ¿qué sentido tiene escribir? Así creo que ha ocurrido en más de una ocasión a lo largo de la prolongada vida de este blog. Cuando después de mucho tiempo me acomete de nuevo la necesidad de empuñar la pluma - valga la expresión -, surge de nuevo la duda: ¿qué "gano" escribiendo", ¿qué necesidad tengo de dedicar tiempo y esfuerzo a pensar en escribir un artículo o un comentario, cuando me bastaría con "escribirlo" en mi cabeza y a otra cosa? Y una y otra vez la respuesta se ha repetido: uno siente la necesidad de escribir lo que piensa, siente y padece como tiene necesidad de respirar para no asfixiarse. 

Se preguntarán entonces cómo me las he arreglado para "respirar" durante todo el tiempo en que el blog ha estado inactivo. A esto respondo que ha habido otros sistemas de respiración que, más mal que bien, han suplido la necesidad de la escritura. El trabajo de periodista o las intervenciones en las redes sociales han sido un sucedáneo de la siempre dolorosa pero a la vez gratificante y vital labor de escribir para uno y para aquellos que se toman la molestia de leer lo que uno escribe. 

Siempre he sido consciente de que solo la pluma y un papel en blanco, en un entorno de recogimiento y reflexión pueden proporcionar la oportunidad de echar afuera ideas, sensaciones, reacciones, perplejidades, disgustos y satisfacciones. Y hacerlo, además, de la manera más racional, sistemática y ordenada posible con el fin de ordenar y sistematizar también mis propios pensamientos. 

De hecho, desde que abandoné mi trabajo periodístico y a medida que las intervenciones en las redes sociales, con sus encorsetamientos y sordideces, se han ido haciendo cada vez más insatisfactorias, más fuerte ha ido creciendo en mí la necesidad de retornar a la escritura como quien regresa al hogar materno. 

Escribir, más necesario que nunca

Las circunstancias han querido que ese momento haya llegado cuando solo faltan unos pocos días para que se cumpla el primer año de la pandemia del coronavirus, la crisis sanitaria más grave vivida por la Humanidad en muchísimo tiempo. De algún modo esto hace también que la vuelta a la escritura sea particularmente especial en tanto la pandemia condiciona y condicionará por completo el mundo que conocíamos hace aproximadamente un año, justo el tiempo también que hace desde que firme la última entrada en el blog. 

Lógicamente, de esto se deriva que cualquier análisis o visión de la realidad deba pasar por el tamiz de la lucha contra el virus y por los cambios radicales en todos los órdenes que ha supuesto y puede suponer su aparición y expansión en todo el mundo. Son estas circunstancias verdaderamente históricas las que hacen que escribir sea más indispensable que nunca, al menos para mí: ese apremiante ejercicio mental e intelectual que ahora retomo busca ante todo ser útil a quien lo realiza y a quien lo reciba. Vivimos en medio de incertidumbres desconocidas hasta ahora, miedos al futuro cada día más acentuados y una cierta sensación de orfandad y abandono por parte de aquellos en los que habíamos puesto nuestra confianza para que gestionaran con probidad y un mínimo de eficiencia el bien común. 

Muchos nos sentimos hoy inermes y atónitos ante la falta de sentido común con la que se ha afrontado una situación tan grave. No menos apesadumbrados se puede sentir uno cuando observa con asombro que quienes más tienen que perder son los primeros que ignoran o desprecian las más mínimas normas de de seguridad, implantadas después de no pocas indecisiones, contradicciones y titubeos por quienes se suponía que tendrían alguna idea sobre cómo actuar y demostraron o no tener ninguna o estar completamente equivocadas las que tenían. 

Como corolario de todo lo anterior tenemos más de dos millones de muertes en todo el mundo, un número notablemente mayor de contagios, secuelas psicológicas de todo tipo muchas de ellas desconocidas aún, una economía hecha trizas y un ambiente político, al menos en España, que lejos de ayudar a ver una pequeña luz de esperanza en medio del desastre, hace lo posible y hasta lo imposible para que ni siquiera se llegue a encender.

Escribir para comprender 

No cabe negar por tanto que, por más que nos pese, no puede haber un tiempo menos propicio para la autosatisfacción y el dolce far niente. Los que nos sentimos corresponsables y participes del destino y los problemas de la comunidad en la que vivimos, tenemos casi una obligación moral de decir lo que pensamos y hacerlo siempre con el mejor ánimo constructivo del que seamos capaces. 

Es precisamente al cúmulo de nuevas situaciones que se nos ha venido encima como un alud al que quiero dedicar las reflexiones de este blog a partir de hoy. En ocasiones estaré atento a la actualidad más inmediata y en ocasiones - la mayoría - encenderé la luz larga para intentar iluminar en la medida de mis posibilidades los innumerables rincones oscuros que nos ha traído la pandemia. 

Adelanto que no figura entre mis objetivos dar respuestas ex catedra, algo que sería muy presuntuoso por mi parte, sino más bien formular preguntas sobre las que reflexionemos ustedes y yo. Esto no quiere decir que que no esté dispuesto a aportar mis puntos de vista o a exponer mis propuestas que, en todo caso, siempre serán mías e intransferibles, ajenas a cualquier organización o partidismo. Si algo he aprendido a lo largo de mi vida es a pensar por mi mismo sin condicionantes que no sean los de la moral pública, la ética, el deber, la honradez intelectual y el sentido de la responsabilidad. 

Quedan todos invitados a recorrer conmigo un camino que no estará libre de dificultades, aunque estoy convencido de que si lo andamos con constancia y perserverancia y somos capaces de desbrozar la maleza que encontremos a nuestro paso, tal vez podamos descubrir un horizonte más esperanzador que el presente. 

Volvemos a la carretera...

¡Hola!, por aquí de nuevo. Admito que no estoy seguro de las veces que he aparcado y he vuelto a ponerme en marcha. Si no me equivoco, que puede que sí, esta es la tercera vez que reinicio las entradas en el blog. No voy a extenderme sobre las causas que me llevaron a dejarlo en suspenso hace ahora casi un año. Solo diré que tuvieron que ver con el sempiterno problema de la falta de tiempo. Ahora ese problema está resuelto, de manera que después de darle unas cuantas vueltas he decidido ponerme de nuevo en movimiento. Y lo voy a hacer a partir de hoy introduciendo algunos contenidos nuevos, distintos de los que han sido habituales en las dos etapas anteriores. 

Uno será el de la fotografía, una de mis aficiones y para la que también dispongo ahora de algo más de tiempo. Así que iré subiendo algunas fotos que vaya haciendo o que haya hecho en el pasado. Retomaré también los enlaces a videos musicales, otra de mis aficiones confesables y que ya había puesto en marcha en la primera etapa del blog. Pretendo también incorporar algún pequeño relato de ficción y autoría personal, aunque estos me temo que serán menos frecuentes que la música y las fotografías. Inspiración manda y no me atrevo a publicar nada que primero no le convenza al autor. Confío en la indulgencia de todos ustedes. No descarto incluir también entre los contenidos reseñas y comentarios de libros. 

Y por último, aunque no menos importante, seguiré incluyendo comentarios sobre la actualidad con carácter seguramente semanal. En realidad fue con esa finalidad con la que puse en marcha esta herramienta en su día y en la que me he centrado de manera casi monográfica. Siempre en el bien entendido que las opiniones que aquí se viertan serán solo mías e intransferibles. 

En resumen, el blog dejará de ser casi monotemático para acoger otros asuntos que también me interesan o con los que simplemente disfruto y que me ilusiona compartir con todos ustedes. Pero por ahora basta de palabras que tiempo habrá - espero - de ir llenado páginas. Reanudo la marcha con ánimos renovados y la esperanza de que lo que aquí publique despierte el interés siquiera de una exigua minoría. Con eso me sentiría generosamente recompensado. 







Los tiempos están cambiando

¡¿Qué sorpresa, verdad?! Seguramente muchos habían pensado que este blog había pasado a mejor vida como tantos otros en la blogosfera global. Pues no, no estaba muerto ni estaba de parranda, solo estaba ivernando una larga temporada. Ahora empieza a desperazarse poco a poco y en un tiempo prudencial puede que vuelva a estar bien despierto y atento a lo que acontezca por aquí y por allá. Eso sí, se tomará su tiempo antes de estar de nuevo en forma pero ese momento está cada más cerca a partir de hoy. Aún no sabe si vendrá con cambios o recuperará las viejas costumbres que, no por viejas, son menos respetables. Tal vez sea preferible mantener el toque vintage para llevar la contraria a la hipermodernidad con la que cierta tropa más bien ignara cree haber descubierto la pólvora y hasta la rueda. Pero no adelantemos acontecimientos, todo se irá desvelando en su momento justo. Solo hay que seguir atentos al blog y él avisará. Hasta más o menos pronto.

Punto y aparte

No me queda más remedio que darle unas merecidas vacaciones al blog. No veo otra manera de acabar con la matraquilla con la que me viene acosando desde hace un par de semanas y ya me he quedado sin excusas para seguir negándole el descanso. Prefiero no estirar más la cuerda no sea que se rompa y terminemos teniendo una relación de amor y odio como la del PP con CC. Me reprocha que la temporada es muy larga, que está agotado, que lleva publicando casi sin parar desde septiembre del año pasado y que contar cosas casi todos los días no es como soplar y hacer botellas. Yo he ido capeando el temporal como he podido, con excusas sobre la trascendencia de asuntos sobre los que no podíamos quedarnos sin decir nada.

La semana pasada me dio un ultimátum y me dijo que la fecha tope para irse de vacaciones era el viernes. Yo me apunté a nacionalista y le dije que no me gustaba que me marcara plazos fijos. Sin embargo, tuve que sudar tinta para hacerle ver que no podíamos pasar el fechillo sin comentar primero las trascendentales primarias del PSOE canario del domingo y glosar la figura del ganador. Aunque terminó aceptando, primero me soltó un par de impertinencias que no voy a reproducir literalmente por si hay niños leyendo. En traducción adaptada para todos los públicos vino a decirme que me dieran un camión para que lo cargue por detrás, o algo parecido.
"¡Muchas gracias y hasta más ver que serán señas de volver!"
Hoy he intentado negociar con él un último servicio a la causa antes de darle permiso para que se ponga el bañador y se calce las cholas. Le he dicho que espere a mañana para comentar como se merece el taponazo final de la temporada política con Rajoy testificando en la Audiencia Nacional por la trama Gürtel, que será cosa digna de ver. En esta ocasión no ha abierto la boca, sólo me ha mirado de un modo muy raro y después, con la mano izquierda se ha agarrado con fuerza el antebrazo derecho, ha doblado con energía el codo de este lado y ha extendido el dedo corazón. Supongo que me estaba indicando el camino de Pekín, aunque preferí no hacer más averiguaciones y le di permiso para desaparecer unas cuantas semanas.

¡Ah!, me pide con mucha insistencia que no olvide dar educadamente las gracias a todos los que visitan, leen, reaccionan y comentan lo que ha ido publicando estos últimos meses sobre las cosas que pasan en el 13 de la Rue del Percebe y que le disculpen si en algo ha ofendido o metido la pata. Me sugiere también que les diga que nunca las mañas pierdan porque de esas cosas también vive espiritualmente el hombre y ganan peso los blogs.

Pues dicho queda: ¡muchas gracias y hasta más ver que serán señas de volver!.   

Como decíamos hace dos años

Pues sí, he decidido volver; he decidido retomar este blog que dejé hace ya tanto tiempo sin dar explicaciones, la verdad. Pido disculpas por ello. 

No prometo nada, ni frecuencia ni periodicidad ni extensión,sólo la intención de recuperar este espacio que tantas satisfacciones me producía y que tanto me ayudaba a ordenar mis ideas sobre tantos asuntos de tan variada índole. Se preguntarán entonces qué razón había razón para abandonar. La había: falta de tiempo debido a la sobrecarga de trabajo fue la principal. También habría que mencionar un cierto cansancio y la dificultad diaria de encontrar un asunto del suficiente interés que comentar y hacerlo con un mínimo nivel de rigor.

Lo primero que va a cambiar en esta segunda etapa del blog será la extensión de las entradas. Por norma general serán muy cortas, casi aforismos, y siempre (o casi siempre) relacionadas con los asuntos de la actualidad que más me interesan (economía, sociedad, política en su más amplio sentido) 

Por lo demás, cuando me apetezca abordaré otros asuntos o colgaré otros contenidos relacionados fundamentalmente con la música. Quiero tener un blog libre de ataduras y que me apetezca actualizarlo lo más frecuentemente posible, no quiero algo que me obligue a escribir tantas líneas a diario tenga o no deseos de hacerlo o asunto de interés sobre el que escribir. 

¡Allá vamos, pues! ¡Gracias de antemano!

Costa noroeste de Gran Canaria

Entrevista en Paperblog

Desde Paperblog me piden amablemente que conteste a unas sencillas preguntas sobre este blog. Aquí están las preguntas y las respuestas.
-¿Cómo definirías el estilo de tu blog?
Con una sola palabra: crítico. El objetivo es reflexionar sobre los asuntos de la actualidad desde una visión crítica y ponderada, es decir, equilibrada y evitando en todo momento la descalificación personal o el insulto. El blog es mi forma personal e intransferible de ver la realidad económica, social o política que vivimos a diario y no pretende convencer a nadie, sólo poner en orden mis propias ideas y expresarlas con absoluta libertad añadiendo en ocasiones un ligero toque ácido e irónico que hagan más digerible asuntos a veces áridos y a veces dramáticos.
-Tus artículos ofrecen una opinión a partir de un análisis sobre la política nacional e internacional, ¿En qué criterios te basas o qué es lo que te inspira a la hora de escoger una temática a tratar?
Los criterios básicos son la actualidad y el interés general, es decir, todo aquello que afecte de un modo u otro a un amplio número de personas en su vida cotidiana: sanidad, educación, justicia, economía, política, relaciones internacionales, etc. En la práctica totalidad de los casos, mis posts están pegados a la actualidad diaria, ya sea económica, social o política. Para esto, mis fuentes de información pueden ser propias aunque en la mayoría de los casos proceden de las informaciones aparecidas en medios impresos o digitales.
-¿Consideras que el periodismo ciudadano hace más democrática y abierta una sociedad?
Sin duda. Más allá de los grandes medios de comunicación y de sus líneas editoriales, a menudo condicionadas por intereses económicos y/o políticos, es muy importante que los ciudadanos de cualquier condición dispongan de ventanas como los blogs o las redes sociales para comunicar informaciones o expresar sus puntos de vista sobre los asuntos que les afectan. Siempre que se huya de la descalificación y del insulto y se respeten todas las opiniones aunque no coincidan con las nuestras, el periodismo ciudadano es una extraordinaria herramienta para la participación en los procesos sociales que les afectan y para hacer frente al pensamiento oficial único y abordar asuntos que de otro modo no saldrían a la luz.
-¿Por qué decidiste escribir un blog?
La decisión de abrir el blog surgió de la necesidad de ordenar de algún modo la realidad que me rodea, analizarla, darle sentido y sacar conclusiones con sentido crítico. No buscaba ni busco notoriedad ni reconocimiento, sólo compartir mis puntos de vista sobre la actualidad con quien quiera dedicar unos minutos en leer mis artículos y comentarlos si le apetece. Estoy abierto a todas las críticas y respeto, como no puede ser de otra manera, aquellas que no compartan mi visión de esa realidad. Para eso creo que debe servir el blog porque, al fin y al cabo, intercambiar diferentes puntos de vista sobre un mismo asunto nos enriquece a todos.
-Desde Paperblog consideramos que tu blog es una de las mejores bitácoras que colaboran en la página, ¿Cómo preparas tus artículos?
Gracias por el cumplido. Cada artículo nace de una reflexión previa sobre un asunto de actualidad que considere de relevancia e interés general por sus implicaciones sociales, económicas o políticas. Hecha esa reflexión, realizo una tarea previa de documentación especialmente si debo manejar cifras o porcentajes o utilizar declaraciones textuales de algún personaje público. Todo ello con el fin de ser lo más fiel posible a los hechos y a los datos. Como dice un principio básico del periodismo, las intepretaciones son libres pero los hechos son sagrados. A partir de ahí y después de hacer un esquema mental muy simple, suelo eligir un título que resuma en pocas palabras el sentido último del artículo, lo que quiero transmitir con él. Hecho este trabajo de preparación empiezo a escribir procurando ser escueto para no superar los cinco o seis párrafos de extensión, aunque sin escatimar posibles explicaciones que crea imprescindibles para que pueda extenderse el contexto en el que se enmarca el artículo. Por último intento cerrarlo con una conclusión que lleve implícito el sentido del título o que resuma mi punto de vista sobre el asunto que he tratado en el artículo. Antes de publicarlo tengo también por norma realizar una correción ortográfica y sintáctica lo más atenta posible. Hecho todo esto sólo me queda buscar una imagen o una viñeta que aluda al contenido del artículo y que pueda suscitar una sonrisa en el lector. El siguiente paso y definitivo es la publicación del articulo en el blog y en las redes sociales.
-Por último, ¿Cuál es tu opinón acerca de la plataforma bloguera Paperblog?
Aún llevó poco tiempo en ella pero mi primera experiencia es muy positiva. Si la comparo con otras plataformas por las que he tenido la desgracia de pasar – y no citaré nombres – la de Paperblog es la que más me satisface. Me gusta la sencillez del diseño y la facilidad para navegar entre los diferentes contenidos, la amplia variedad de asuntos que aborda, el trato personalizado – caso de esta entrevista que me piden los responsables de la plataforma a los que agradezco haberse interesado por mi blog – y el control de las lecturas a través de Paperblog o directamente en mi blog. Hago votos para que siga creciendo y mejorando día a día. Yo prometo seguir aportando mi pequeño granito de arena. Un saludo para todos los blogeros y blogeras de Paperblog. 

¡Felicidades y hasta muy pronto!

Se acumula estos días el trabajo y no dispongo de suficiente tiempo para poder dedicárselo al blog. Así que me tomo un pequeño descanso para recargar las pilas y regresar con fuerzas renovadas en cuanto pasen estas fechas. Mientras, vaya como regalo de felicitación esta hermosa canción de Silvio Rodríguez que canta a la Navidad, pero desde un punto de vista muy poco habitual y con la sencillez y profundidad de todas sus letras. 


¡Feliz Navidad y que 2014 sea un año mucho mejor para la paz, la justicia y el trabajo!



Un paréntesis

Llegados a esta altura del año, este blog hace un paréntesis para recuperar fuerzas. Gracias a quienes lo siguen y comentan. Volveremos a la carga a finales de agosto o principios de septiembre. Mientras, se quedan con Cecilia y sus reflexiones sobre este país, muchas de ellas válidas aún. ¡Feliz verano!

Breve post de presentación

¿Por qué un blog más si hay millones en la red y muchos de ellos están inactivos? ¿Por qué calentarse la cabeza diseñando un blog que no tire para atrás cuando se accede a él? ¿Por narcisismo? ¿Por no ser menos que muchos otros conocidos y amigos que tienen sus propios blogs?.Si me he decidido a abrir este blog no es por ninguna de las razones anteriores ni por otras muchas que podría sacar aquí a colación y a las que cualquiera que leyera esto podría añadir muchas más. La razón es simplemente la necesidad de comunicar a quien quiera perder unos minutos de su valioso tiempo lo que pienso sobre - como dice la descripción del blog - lo que pasa o puede pasar.

La pregunta que viene a continuación cae como fruta madura: ¿a quién le interesa lo que yo piense o deje de pensar sobre esto, aquello o lo de más allá? La respuesta es que no lo sé, pero confío en que le interese a algunas personas y poder, mediante esta herramienta que las nuevas tecnologías ponen a nuestra disposición, intercambiar puntos de vista sobre "lo que pasa o puede pasar".

Con ese único objetivo nace este blog que prometo ir enriqueciendo con aportaciones lo más frencuentes posibles. Nace este blog abierto a todas las opiniones y puntos de vista expresadas con respeto hacia las posiciones discrepantes. Todas las que cumplan esta norma esencial de la convivencia social serán bienvenidas.

Gracias de antemano por la participación en un momento en el que más que nunca éste es uno de esos conceptos que necesitamos rescatar y volver a dotar de todo su significado social y político si no queremos que otros decidan por nosotros.